miércoles, 25 de julio de 2018

Perspectivas áureas


La derecha compite por el espacio de la ultraderecha a lomos de los vientos europeos favorables. Instalan en la presidencia a un nuevo corrupto porque están regenerando el partido de la corrupción, un niñato de ideario ultracatólico y revisionista del franquismo: lo revisa a fondo. Apelando a la España de bandera y balcón.
El voto de la derecha al fin dividido, y eso es bueno, pero el PSOE en el gobierno la mejor defensa institucional de las cloacas del 78 que exudan por todas partes.
El gobierno en su mejor versión posible, que es ahora, se delata en su tendencia hacia medidas en la buena dirección: pero ampliamente insuficientes, véase el caso de la vivienda.
Ha roto el techo impuesto de gasto, aspira a gravar algo más los grandes beneficios enmendando sus propias tendencias en gobiernos anteriores, y eso es bueno: pero sigue protegiendo la lista de grandes defraudadores amnistiados, desde la corona al famoseo televisivo, pasando por los grandes amos de las empresas.
La subida de precios del petróleo y de los tipos de interés, el fin del dinero bancario barato desde la UE se ciernen sobre el país: y, al tiempo, la guerra comercial sobre el mundo con amenaza financiera global aparejada.
¿Podemos afrontarlo desde la insustancialidad de una pretendida izquierda que no impugna el neoliberalismo de ladrillo, turismo e industria securitaria, sin que ello no termine redundando finalmente en un gobierno de la ultraderecha como en todas partes, en cuanto arrecien los nuevos síntomas de depresión económica?
¿Interregno? Lo que el PSOE tarde en defraudar las ansias regeneradoras populares en beneficio de los poderes de derechas instituidos, junto a lo que tarden en aparecer las peores consecuencias de la crisis económica permanente.

 

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