Ya se ha señalado por aquí la importancia no solo del petróleo venezolano, sino también la de su oro (y minerales estratégicos, como se cuenta aquí). En una coyuntura mundial tambaleante, en que no pocos analistas anuncian la tormenta perfecta, un batacazo insondable, Peter Schiff, considerado el profeta de la crisis de 2008, habla en efecto de una próxima debacle del valor del dólar, a la vez que un incremento espectacular de nuevo del patrón oro, de ahí que China o Rusia lo anden acumulando. Y Venezuela es una de las mayores reservas mundiales. Pero 11.000 millones en sanciones del plan Trump más las previas de Obama: eso sí que augura una horrenda crisis humanitaria, tan aplaudida por las hordas de millones de desinformados pero humanitarios. Gentes de corazón de oro.
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