Arde Franckfurt contra el BCE y la llamada austeridad. Aquí el Tribunal Supremo reparte años de condena a la protesta cívica, porque lo que les faltaba de violencia lo solían añadir artísticamente Cifuentes o la Generalitat. Es que no nos llegó a tiempo la Ilustración, y la II República nos la demolieron a la genocida.
Perdonen la timidez.
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