Un
éxito sin parangón la Cumbre de París en los titulares. Pero un fracaso
enorme en la letra pequeña que especifica la voluntariedad, los
acuerdos no vinculantes, que impide tocar el comercio internacional o el
problema muy contaminante de las guerras, que desoye a África o las
poblaciones insulares en el tope de 1,5º C condenándolas al genocidio
programado, y se niega a aceptar el pasivo de cientos de miles de
millones con el mundo al que impedimos desarrollarse.
En el momento más delicado, un exitazo.