Como detalla Intermon Oxfam pero no sus ejecutivos capitalistas, en el libro Mujeres, hay muchos lugares en guerra donde las mujeres son violadas a diario, del Congo a Siria: es y siempre ha sido un arma de guerra para aterrorizar poblaciones. Por ejemplo no pueden contarlo luego, al volver a su aldea con los víveres, porque las repudiarían.
Al contrario de lo que opina nuestra derecha, todo feminismo que se pretenda universal debe partir siempre del No a la Guerra, fuente antropológica de todo patriarcalismo y subordinación femenina: lo mismo que contra el clasismo y racismo propios del sistema explotador que sufren la mayor parte de mujeres en el mundo.
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