sábado, 11 de agosto de 2018

Del falaz sentido común que nos dijeron progresista

 
¿La UE debe vetar el oportunismo de quienes promueven soluciones fracasadas, señor Sánchez? Empezaría entonces por vetarse a sí misma, y acto seguido al propio PSOE que tan alegremente la ha secundado durante décadas. Curiosa confesión inconsciente de culpabilidad que aún se sigue pretendiendo declaración de nobles principios, cada vez con menor credibilidad. De hecho, esos movimientos de desintegración protofascista que usted y Merkel denuncian  hoy acogotados resultan la consecuencia política y social previsible de la Europa neoliberal comandada por la oligarquía financiera centroeuropea, y que gente como ustedes llevan promoviendo mínimo desde el Tratado de Maastricht. Solo si no se ha escapado del marco ideológico falsario difundido durante décadas por El País y medios similares del establishment europeo, puede uno creerse que los actuales ultranacionalismos y populismos fascistas ocurren pese a la integración europea. A no ser que se admita que la propia estructura de la UE y la del euro, radicada geopolíticamente en un molde neocolonialista centro-periferias, también ha transcurrido siempre contra la integración europea... aunque desgraciada como previsiblemente esté resultando al final una fuerza desintegradora muy superior a la misma. Para empezar puesto que destruye la democracia, como el caso griego certificó a voces, pero también la reforma del 135 de nuestra demediada Constitución. Servidor ya interpretaba en el 15M que, entre otras cosas muy importantes, constituía la mejor vacuna posible aquí en España a una tendencia europea que ya despuntaba, y cómo el chivo expiatorio de la inmigración volvería a ser coartada central de la misma.
 
 

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