Como en el Katrina, reaparece la guardia nacional y sus francotiradores dispuestos a seguir
matando pobres en nombre del orden. Entonces se hincharon a inventarse crímenes
horrendos de las hordas negras de saqueo, y ahora los disturbios que brotan
crónicamente entre los millones de marginados allí ofrece la excusa perfecta
para proseguir el tiro al negro, como si no se hubiese activado la indignación
comunitaria precisamente por eso mismo.
Ya en la era Bush se incrementó el
gasto de defensa enfocándolo a las guerrillas urbanas, y no por casualidad sino
por causalidad bien estudiada en el Pentágono. Negro es peligroso, vemos ahora qué papel desempeña el primer negro presidencial en la Historia de EEUU a poco de ser un pato cojo que no vivirá más elecciones.
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