Rueda de molino de prensa al cuello de la mayoría de
trabajadores, parados y desahuciados, esta vez sí, para cantar alabanzas a su
propia recuperación, que al fin le permite cantar en público y algunas preguntas
los números irrelevantes del país y prometer muchos más mientras no pinche la
siguiente burbuja con su historial de gafe homologado. Y un poco antes de los
siguientes recortes en el corazón social infartado, junto con el de Anguita, de
este país sangrante. Luego sale la insuperable sucesora de Cañete en tenis a
confirmarnos que nos seguirán elevando al altar de la recuperación de la que no
nos recuperaremos nunca. Mucho más tranquilo, a la espera de las
manifestaciones gozosas que acallen las de Gaza bajo mi descascarillado balcón
español.
No hay comentarios:
Publicar un comentario