sábado, 12 de octubre de 2013

Asperger





Estar entre dos mundos satisface los tres requisitos de alteridad, ecuanimidad y lejanía necesarios no se sabe para qué estado de ilegalidad existencial acorde al estatus de un Asperger digerible y socialmente soportable. Sin nómina a mano, se puede dejar a deber el borrego para la pascua musulmana a gente de confianza allá, en el barrio de Kenitra de toda la vida de otros, donde ni siquiera podrá degustar el exquisito manjar de su esfuerzo porque el trabajo le impedirá viajar Marruecos adentro. Estar entre dos mundos permite no integrarse en ninguno, haciendo creer en cada uno de ellos que pertenece al otro. 










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