Entre la mayoría
silenciosa, en cuyo silencio que no se rompe ni para negarlo se amparan, y la mayoría
sin amparo que silenciarán en adelante, se trata de instaurar la paz de los cementerios para
poder llamarlo la fiesta de la democracia. Al contrario que en Auschwitz, el silencio y la falta de trabajo nos harán libres.
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