Una
radiante luz tira a Wert de su caballo. Por
qué me persigues tan fervorosamente en asignaturas a los muchachos, le espeta terrorífica y
crucificante. Así es que los bachilleres
se quedan sin religión en la nueva y abominada ley educativa. Pero los
evangelizadores racistas u homófobos no cejarán en su fe hasta que logren
incluirla en el posgrado universitario. Allí las tesis descreídas sobre la
teoría de la evolución, recusada porque los propios obispos son la prueba
fehaciente de que no hay evolución alguna, competirán con la investigación en
células-madre dirigida a probar la virginidad de María sin la sucia necesidad del
semen de paloma. Expandir la misma fe milagrera que les hizo jugar con los
millones invertidos en ladrillo, más allá incluso de la laxa ley de la época
como en Cajasur, fortalecer y difundir esa fe en que las burbujas nunca estallan si van en beneficio
de los hijos de Dios, para no dejarse comer el terreno por la tupida cienciología
doctoral.
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