Retuercen las
matemáticas para morder en las pensiones. Seguramente el propio Pitágoras vivió
en su propia secta secreta sus últimos años con alguna especie de pensión contributiva,
en la que disfrutar con infusiones de hierbajos mágicos sus últimas meditaciones.
Cómo cambió el cuento desde el amanecer del ser griego, que esas matemáticas capciosas
hoy ayudan a destruir vejeces antaño consideradas altamente venerables. Se trata
tan solo de modelos, podría querer argüirse. Pero, en efecto, qué poco modélicos.
Fue cuando al
fin modelizar era lo mismo que modelar. Solo restaba depurar algunas protestas residuales
globalmente dispersas, eliminar el ruido de la marcha triunfal de la información
pura.
Paralelamente
¿qué nos contarán los modelos no-lineales acerca de esta suma agregada de catástrofes,
de este modelo geoeconómico triunfante que ensombrece todos los horizontes? ¿Nos
explicarán en turbias matemáticas que es radicalmente insostenible, un tanto más
que las pensiones o el estado social desde sus premisas inviolables? ¿O nos confirmarán
que el nuevo amanecer neofeudal refulgirá hasta dejar el griego en juego de luciérnagas?
Permanezcan
conectados.
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