domingo, 30 de marzo de 2014

Razones



Cifuentes logra disolver ex ante las protestas contra la represión antidemocrática y la brutalidad policial, a base de amenazar con más ojos y testículos machacados. Más que nada para quitarles la razón, igual a la que sus robots ilustrados venían recién de expropiar de la mismísima Universidad. Producto de semejante expolio racional con que enculturar a las propias filas, pese a lo malsonante de la palabra, surge la propuesta de tornar el botellódromo en manifestódromo: un lugar apartado de la civilización donde la alcaldesa Botella podrá acudir a manifestar sus opiniones sin provocarle violencia cerebral a nadie.











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