martes, 11 de marzo de 2014

Veritas in mundo



El juez Bermúdez dictamina, en pleno paritorio inmundo de inmundicias de una década, hasta este último titular dinamitero, que se ha condenado a ETA cientos de veces con bastantes menos indicios de los que sirvieron para condenar a yihadistas en el 11-M. M de mentira gorda, sostenida con fervor religioso y la misma perspicacia. 
Ignacio González insiste en que todavía caben con calzador aznariano diversidad de opiniones sobre la autoría. Igual de lícito, dado el mismo peso indiciario, vocear durante años en primera plana en grandes medios de nada a derechas, excepto todo, que pese a las múltiples reivindicaciones, la mayor parte de atentados de ETA los cometió el rey en cacerías desorientadas y disparos erróneos que se equivocaban una y otra vez de paquidermo. Cuestión de legítima diversidad de opiniones dentro del absoluto respeto al dolor de las víctimas.










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