martes, 1 de abril de 2014

Cerco



Gentes de la educación, de la sanidad, desempleados, precarios y desahuciados y tantos otros defensores de la democracia: terroristas de Aguirre, indignada porque el país requiera de observadores de la OSCE como si se tratara de una república bananera. Desgraciadamente no somos república, y las bananas se truecan en porras o cirugía de impacto sobre cualquier ojo avizor, incluido el de las cámaras de la prensa. La Fiscalía a por uvas investigando si tras los resortes del 22-M conspiranoiaban grupos independentistas. De esos que si les obligan a escoger excluyentemente entre derechos humanos y una determinada idea de España, en concreto la causante del atraso histórico español y las mayores violencias sufridas por este país, suelen decantarse por los derechos humanos. Es decir, por el pueblo español y la independencia de criterio respecto al establishment corrupto y extractivo.
El único enemigo al que liberalismo bien entendido de Madrid aún despojaría de derechos, libertades y humanidad en general, es al resto de terroristas que cercan sus privilegios fundados en el mérito. Nuestra cruz de sus méritos, porque terminan siempre en rescate bancario mientras se les muere la gente ingresada en los pasillos de urgencias.











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