miércoles, 9 de abril de 2014

Desértica



El bipartito del régimen centralista y monárquico se aplaude a sí mismo espoleado por UPyD, porque en estos tiempos difíciles el aplauso requiere incluso de tres palmas de sus palmeros. Fuera del Congreso siguen multiplicándose los independentistas, incluidos los de Catalunya. Nuevo capítulo secular de negativa incondicional a la autodeterminación de las gentes españolas, en general. Si esta es la casa del pueblo, lo es cada vez más de un pueblo fantasma. Digamos que ubicado ex ante en un desierto, sembrado por las mismas inmobiliarias que han terminado autocumpliendo el paraíso turístico de nuestras ruinas recientes, en la senda ruinosa de la misma Grecia. Paraíso hacia el que nos conducían angelicalmente sus autopistas hoy rescatadas de la tentación en quiebra, y para el que requieren nuestra entregada mano de obra esclava adecentando el resto de los cactus o los crucificados al sol, por cierto que de irradiante usufructo alemán. Nuestros emigrantes pasean por el exterior la marca España debidamente sangrante para promocionar la morcilla de arroz y el jamón curado de espantos. 
Rajoy nos lo aclara: Viento en popa que aquí no llega. Y parecía que estaba lloviendo, según secundó.











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