Jornada de puertas
cerradas en la Junta de Andalucía, para acercar a la gente a la idea de que la banca
siempre gana y de la utopía solo a derechas.
Susanita
parió un ratón en política de vivienda, financiación del Santander, lanzamiento de gente a la calle y desalojo de IU de las Consejerías por
salirse del marco de legalidad, precisamente por atender a la legalidad en la
propia sentencia de desalojo de la Corrala Utopía.
Abrirle puertas
a la gente en la calle queda fuera de marco. La única legalidad válida
es la de Botín, que le impuso con el crédito a la catoliquísima Susana de
mantilla y peineta la diabólica condición de que vaya rezando hacia los
cofrades del PP mientras asaetea al incómodo socio de gobierno. Entre Zoido y
Susana, todos a la calle o a la
legalísima lista de espera respectivamente, imagen dolorosa y flagrante del bipartidismo
en procesión. Con los nazarenos de la PAH hemos topado. Manténgase pobres y desahuciados en lista de espera recontando sus
rosarios, por favor. De fondo el hilo musical Radio María.
Si ahora a
Susana, quien accedió a su actual residencia por divina elección digital, se le
revuelan otras plazas con miles de gentes al límite demandando vivienda social
la culpa será de la irresponsabilidad populista de IU. Que no de la intolerable
demanda social de vivienda, que se pone por su cuenta a desobedecer civilmente a las tontas de
espera. Algo tan criminal que casi se merecerían a Cifuentes, ellos y sus hijos menores que Caritas tanto exagera.
En buena lógica
bancaria, el asunto se desahucia por su propio peso.
Tras su finta
infame para poner a los pobres unos en contra de otros, la chirigota Susana la lista de espera se prolongó hasta
miércoles de ceniza. Lista en la cual
todos los pobres por igual, con alojo provisional o sin él, deben guardar su turno
porque primero están los sacrosantos intereses del Santander.
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