sábado, 17 de agosto de 2013

Egipto




No era, en efecto, sino una toma democrática del poder y no un golpe de Estado militar, que ahora debe cercenar terroristas a diario en las plazas a centenares para consolidar su innegociable defensa de los derechos humanos, explicaba convincentemente por tv. aquel alucinado del burladero Tamarod.








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