sábado, 27 de julio de 2013

Entre sombras



En La memoria de Shakespeare Borges reencuentra al Borges de juventud con el Borges anciano que escribe los últimos relatos de su vida, en asimétrica consonancia a como se había desdoblado en el Libro de Arena una década antes el Borges que había rebasado con creces la edad intermedia. En tales laberínticas confluencias la identidad se centrifuga en los distintos puntos de vista epocales. En cambio El doble de Dostoievsky, en lugar de simultanear a seres de tiempos distintos, enfrenta cruelmente al verdugo y víctima que conviven contemporáneamente en cada uno, hasta la ruptura final de asimetría. Lo que desde luego le resultó altamente inspirador y expresivo al psicoanálisis freudiano, que tan oscuramente aspiró a arrojar luz sobre nuestra sombra.






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